Ante una situación en donde los niños requieren y necesitan tener
el control, muchos de ellos arrojan juguetes o sus propios cuerpos contra el
objetivo más próximo cuando se sienten frustrados, furiosos o están
insoportables.
¿Por qué? Porqué esas pequeñas fuentes de energía no están en
condiciones de razonar o hacer concesiones, y lanzar libros o juguetes no les
parece muy distinto a lanzar pelotas. Controle la conducta agresiva de su hijo
explicándole, en primer lugar, que pegar, morder, lanzar objetos y molestar son
comportamientos inaceptables. Luego muéstrele y explíquele (incluso a su niño
de un año) la clase de conducta que usted espera de él: Besos, abrazos, hablar,
etcétera. Explíquele también porqué estas acciones son aceptables. Asegúrese de
reforzar estricta y consistentemente las reglas, para poder guiar a su hijo en
el camino hacia el comportamiento adecuado.
A continuación alguna recomendaciones acerca de cómo manejar la
situación:
Resuelva el
problema
Qué hacer
2.Dígale a su hijo qué hacer en vez de golpear
2.Dígale a su hijo qué hacer en vez de golpear
Cuando comience la conducta agresiva, dígale a su hijo qué cosas
puede hacer en vez de golpear cuando se siente molesto. Por ejemplo explíquele
que puede pedir ayuda o decir: “No quiero jugar más”, o bien simplemente puede
abandonar
El grupo de jugadores. Pídale que practique estas frases cinco
veces hasta que se familiarice con las palabras y cómo decirlas.
2. Elogie el llevarse bien
Explique qué quiere expresar con llevarse bien al decirle a su
hijo que usted aprecia su conducta cuando él comparte, espera el turno, pide
ayuda, etc.
Por ejemplo, dígale: “Qué bien que compartas con tus amigos, mi
amor”. Sea siempre específico respecto a los que está elogiando. Entre más
elogie el comportamiento de su hijo, más repetirá esa conducta.
3. Prevenga el
problema
Para evitar que su hijo aprenda la conducta agresiva de sus pares,
vigile cómo interactúan él y sus amigos y cómo cuidan sus juguetes. No permita
que la conducta agresiva cause heridas o daño. También debe tratar la mala
conducta de los amigos de su hijo como trataría la de él.
4. No asuma
conductas agresivas
Trate sus cosas en la forma en que quiere que su hijo trate las
suyas. Por ejemplo, golpear o arrojar cosas cuando está furioso le muestra a su
hijo cómo ser agresivo cuando se siente enojado.
Explique por qué morder y golpear son conductas inaceptables
Para ayudar a su hijo a entender lo desagradable que es la conducta
agresiva para las dos partes, explíquele cómo se siente la víctima cuando la
muerden o la golpean.
5. Acuda a las
reprimendas
Reprender a su hijo le ayuda a entender lo que desaprueba de su
conducta. Eso también muestra que usted respeta la capacidad de su hijo para
entender sus razones. Las tres partes de una reprimenda efectiva por golpear,
por ejemplo, incluyen decirle al niño que se detenga (“Deja de golpear!”),
explicarle porqué lo desaprueba (“Golpear lastima a las personas!”), y sugerir
una alternativa aceptable (“Cuando estés furioso, abandona al grupo”). Si su
hijo continúa siendo agresivo, repita la reprimenda e incluya el tiempo fuera
para reforzar su mensaje.
6. Olvide el
incidente cuando termine
Recordarle a su hijo las agresiones previas no le enseña una
conducta aceptable. Al contrario, le recuerda cómo puede ser agresivo
nuevamente.
Lo que NO debe
hacer
- Utilizar la agresión para detener la agresión
- Golpear a su hijo sólo lo autoriza para que él golpee a otros en circunstancias parecidas.
- Explotar cuando su hijo lo hace
- Enfurecerse cuando su hijo golpea, por ejemplo, sólo le prueba al niño que puede acudir a la agresión para tener poder sobre usted.
“NIÑOS
FELICES PADRES MODELO”
Con inmenso cariño.
TERAPEUTAS
OCUPACIONALES
Ce-Genio S.A.S
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